MIEDO A LOS PETARDOS EN PERROS
Y llegó la Navidad y con ella los temidos petardos, esto solo lo padecemos aquellos que tenemos perros.
Todos nos preguntamos si solo le pasa a nuestro perro o es algo que le sucede a más perros, pues bien, un 74% de los perros tienen miedo a los petardos, según un estudio realizado en Reino Unido. Y todos os preguntareis ¿Por qué?, Realmente no es que tengan miedo a los petardos, es que en su naturaleza está el tener miedo a los ruidos fuertes, esto les podía permitir esquivar ciertos peligros.
Cuando un perro padece Acustofobia o miedo a los ruidos fuertes que siente nervioso y angustiado pero existen varias cosas que podemos hacer para aliviar este miedo a los petardos a corto plazo.
Hay cuatro puntos clave que debemos seguir si queremos que nuestro perro pase una navidad tranquilo
CREAR UN REFUGIO
Crear un refugio para nuestro perro, no os volváis locos, pensar en el sitio de la casa donde vuestro perro se esconde cuando algo le sucede. Debajo de una mesa, junto a vuestra cama, en el baño son solo algunos de los sitios donde seguramente él busque refugio. Pues bien, debéis colocar allí su cama y sus juguetes, para que identifique ese lugar.
TODO CERRADO
Debéis bajar las persianas y cerrar las puertas para intentar que el sonido de los petardos llegue lo mas amortiguado posible.
MEJOR CON MÚSICA
Poner música, no hace falta que pongáis la música a todo volumen, simplemente poner música de fondo.
FEROMONAS
En este caso os hablaré de Adaptil. Adaptil Difusor tiene una liberación constante de feromonas. Para todo aquel que lo desconozca, las feromonas es una sustancia que las perras liberan durante el parto y que proporciona una sensación de bienestar a los cachorros.
Las feromonas que libera Adaptil en este caso son copias sintéticas de esas feromonas, pero producen la misma sensación de seguridad y bienestar.
Adaptil también dispone de un envase en comprimidos, Adaptil Express, no obstante ambos formatos hay que comenzar a suministrarlos días antes para que su efecto sea mejor.
NADA DE CARICIAS NI CASTIGOS
Por último y no menos importante, jamás debemos acariciar a nuestro perro ante un ataque de miedo, puesto que estaríamos reforzando ese miedo sin darnos cuenta. Así como tampoco debemos regañarle, esto solo haría ponerle aun más nervioso.