La higiene de nuestro perro debe ser un hábito más que añadamos a las tareas cotidianas de nuestro hogar.
La higiene de nuestro perro incluye varias rutinas, el cepillado, la limpieza de oídos y el baño.
1 - El cepillado
En función del tipo de pelo de nuestro perro elegiremos un tipo de cepillo u otro, para pelo largo o para pelo corto, pero indistintamente del tipo de pelo debemos cepillar a nuestro perro diariamente.
Si nuestro perro es de pelo largo eliminaremos tanto el pelo muerto como la suciedad que pueda tener debido a los paseos diarios. Cepillar a los perros de pelo largo es muy importante porque si no se elimina el pelo muerto, posteriormente ocasiona nudos o enredones.
En casos de perros de pelo corto es muy importante cepillar para la eliminación del pelo muerto, suele ser un pelo corto y duro que si no se elimina aparece por todos los lugares de la casa.
2 - Limpieza de oídos.
Es importante mantener los ojos y los oídos de nuestro perro limpios de impurezas para evitar posibles infecciones.
Los oídos del perro deben ser revisados al menos una vez a la semana en caso de los perros de orejas grandes: sus enormes pabellones bloquean la entrada de aire al interior lo que dificulta que la suciedad salga arrastrada de forma natural por la corriente.
Para perros con orejas cortas podremos hacer la limpieza dos veces al mes, puesto que sus conductos auditivos están abiertos y ventilados.
3 - El baño
En el mercado existen muchos tipos de champús para perros en función del tipo de pelo que tengan, todos adaptados al pH y las necesidades cutáneas de nuestro perro. Es por ello que es muy importante no utilizar champús para personas ya que nuestro pH es distinto y pueden dañar seriamente el pelo y la piel de nuestros perros.
En cuanto la frecuencia del baño, marcaremos una frecuencia máxima de una vez al mes, si bien el perro es de pelo corto podemos extender esta frecuencia a cada dos meses.